Durex, no tan real, Feel.
Bueno, pues nada. Esta vez no me deja insertar el vídeo directamente. Tendréis que ir aquí.
Algo ligerito esta vez para compensar la última entrada que
era un poco sesuda; esta va a ser más bien “sexuda" 😁: un spot de
condones. ¿Qué puede tener de interesante desde un punto de vista filosófico
este spot ¿Qué ideas se pueden sacar de aquí? Os dejo algunas sugerencias
personales.
El spot
comienza como una película animada, casi exclusivamente en blanco y negro, lo
cual supongo que admitiréis que nos sugiere irreal o al menos triste o
incompleto. Después del contacto con el condón, cuya caja en contraste es
extraordinariamente colorida, empiezan
las caricias y el color al mismo tiempo que la animación se va convirtiendo en
real. Por supuesto, lo que da claramente a entender el spot es el rasgo característico
de este condón. Una funda elástica (así es como lo define la RAE) que se convierte en una segunda piel o se integra
en la propia, para conseguir un sentimiento real (“Real feel”).
Ni que
decir tiene que este “invento del diablo” (iglesia dixit) ha evolucionado mucho
desde que el ser humano eligió poder tener sexo sin intención de procrear; no
voy a hacer aquí una historia de los preservativos, pero os invito a que
investiguéis un poquito si queréis alegraros el día. No obstante, incluso los diseños
más avanzados “se notan”. No es posible conseguir el contacto total: ya sea para un simple roce entre dos manos o para el contacto más íntimo.
Por si
no habíais reparado en ello (a veces sucede que lo obvio pasa desapercibido) la totalidad de la piel es el órgano del tacto, no solo las manos. En las circunstancias actuales comenzamos
a darnos cuenta de su importancia al notar su ausencia. Para las personas ciegas, en particular a las de nacimiento, no les sorprenderá esto. Se les agudizan los sentidos y el tacto en particular. La predominancia de la vista le resta influencia. Probad uno de esos restaurantes donde te tapan los ojos o apagad la luz cuando estéis con vuestra pareja. 😍 El tacto está en toda la piel e incluso en
el sexo juega un papel fundamental más allá de los órganos sexuales propiamente
hablando; no digamos ya en el ámbito afectivo: abrazos y besos fundamentalmente.
Que nos lo digan a los españoles, que tenemos fama, seguramente merecida, de
“tocones”. Algunos somos, o ¿éramos? de los reacios a los saludos obligados, a
los abrazos, a los besos… ¿Los echamos de menos?
La realidad virtual, sustitutiva, el contacto a través de pantallas, aunque sea con otros humanos, es como un preservativo. Me recuerda a esos "abrazos de plástico" que han estado de moda sobre todo para poder abrazar a los abueletes en las residencias. Mejor que nada, pero no es lo mismo. Como el “Real Feel”.
Durex, gracias. Seguid intentándolo.
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