EL TRABAJADOR PODEROSO


    Mi sentido común me dice que canónicamente la buena publicidad debería mostrar las características distintivas del producto, aquello que lo hace mejor frente a la competencia y que por tanto ha de llevarte a comprarlo. Ingenuamente me fui a los primeros spots televisivos para corroborar que así era. ¡Sorpresa! No es así. Algunos sí que siguen esa pauta, pero otros no. Así que no podremos utilizar este anuncio para introducirnos en la historia de la publicidad. Tampoco vamos a analizar el rol que juegan las mujeres, que en este en particular daría para mucho. 
¿Por qué empezar entonces por un planteamiento que no es correcto? Para llegar a lo que es, la realidad, a través de lo que no es, la apariencia.  Vamos a ver cómo. 
Cuando vi por primera vez este anuncio y a una chica como ésta en primer plano, me vinieron a la cabeza varias posibilidades, pero no fue hasta el final que me enteré de lo que se anunciaba: ropa de trabajo 😶  Desde luego no se puede decir que este spot se caracterice por exponer las propiedades o las características de esta ropa de trabajo. 
Si os parece, describimos la historia que parece contarnos. No voy a entrar, como he adelantado, en el trato que se da a la mujer ni tampoco el estereotipo del "operario" pues daría para otra entrada.  Vamos a ser tan ingenuos e inocentes como un niño. 
Una chica muy atractiva pasea por el centro de una gran ciudad. En su camino se encuentra con un grupo de chicos, también bien parecidos. Se intercambian miradas, vamos a decir, sensuales. Unos conos de tráfico y unas cintas de obra (se llaman de balizamiento, por cierto; ya sabéis una cosa más 😂) dan a entender que estos chicos están trabajando en una obra. No se sabe si hace frío o calor, ya que la chica va en manga corta pero los operarios van forrados. Eso sí; acaban de empezar su jornada laboral y además es su primer día de trabajo, porque su ropa está impecable. 
 Desafortunadamente la chica va distraída, y un coche, un mercedes, no una camioneta que vaya a servir material, por ejemplo, salpica con agua al pasar y la pone perdida. ¿Será ese el charco que iban a arreglar los operarios? Por cierto. Va vestida de un blanco inmaculado que ni siquiera el agua del charco consigue manchar. Como tampoco veréis mancha alguna en los operarios: impolutos. En fin dejemos aquí esta vía higiénico-religiosa.
A continuación aparece uno de los operarios y le ofrece su impermeable a la chica. Antes hubiera sido más útil, pero incluso ahora algo le abrigará. Y sorprendentemente, mucho más que en el cuento de Cenicienta, el operario desaparece. 
En la siguiente escena, la chica acaba de salir de la bañera, que me ha costado entender por qué nos llevan hasta ahí. Será porque ha llegado a casa y como estaba mojada se da un baño caliente. Y vestida, con la toalla, decide ponerse de nuevo el chubasquero. Esto reafirma mi hipótesis de que acaban de empezar a trabajar, ya que dudo mucho que las emanaciones de dicha prenda tras un largo día de trabajo puedan provocar un enamoramiento...Entonces la chica habla a su teléfono, y con la prenda a modo de zapato de cenicienta: "chicos ayudadme a encontrar al chico U-Power". Y el comentario final de la chica "rescatada" lo aclara todo: "imposible resistirse".😳
Doy por finalizada la ironía e intentamos encontrar un poco de sentido. Obviamente los creativos del spot no están contando una historia; buscan otra cosa. La utilización de una modelo, Diletta Leotta, es la primera pista, transportándonos más bien a un spot de perfumes o moda. Esa es la primera gran apuesta: vender ropa de trabajo como si fuera un perfume (no el del operario tras horas cavando una zanja, claro). Se está vendiendo una marca. No es cualquier ropa de trabajo. Los clientes no son los propios operarios, sino sus jefes. ¿Son esos operarios que aparecen en el spot esos jefes? Desde luego les gustaría, ya que su apariencia física es idílica, auténticos adonis: son "irresistibles".  😉
¡Ojo! Ahora sí, profundidad filosófica. Un spot una vez más directo a las emociones, a los deseos, en este caso mediante la belleza, al menos física, aparente. En casi todos los ámbitos, sobre todo dónde hay negocio, la realidad está disfrazada estéticamente, es decir, se retoca para convertirla en algo bonito, placentero, agradable a los sentidos impidiendo ver las cosas tal y como son, a veces agradables y a menudo desagradables o incluso dolorosas y ¡olorosas! pero no siempre huele a perfume...No sé si me entendéis. Un análisis filosófico, crítico si queréis, resulta incómodo, aguafiestas, incluso, aparentemente antisocial...¿Necesario?.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Libertad ING: Inexplicable Necesidad de Guasa. Con la desinteresada colaboración de Chat GPT 3.5 (o de la claudicación del ser humano).

NORIT, EL DETERGENTE FILOSÓFICO

PLATÓN EN LA CAVERNA TELEFÓNICA ROJA