¿PASTA O PESCADO? LA METAFÍSICA DE ARISTÓTELES EN CRISIS
¿Esto ES pasta o pescado? Menudo cabreo tendría Aristóteles con este dilema. Preguntar por el ser es la pregunta metafísica fundamental y preguntar por el ser del ente la siguiente. 😵
Vamos a ponernos un poco técnicos dentro de la filosofía y al mismo tiempo aprender un poco de su historia y de uno de sus grandes, Aristóteles. Pero no os asustéis que será muy accesible. Nos vamos a valer de dos pares de conceptos, acto-potencia y materia-forma y uno que les da sentido: teleología. Ellos sustentan nada menos que su metafísica (su forma de entender la realidad) y su física (el cambio y el movimiento que percibimos).
Me valdré de un ejemplo clásico sin entrar en demasiados detalles. Una bellota tiene una forma y una materia determinadas que solo tienen unas posibilidades determinadas (potencia). Si realiza cualquiera de ellas será en acto una sustancia diferente a la que es actualmente, por ejemplo una encina. Y en potencia no puede ser, por ejemplo, un ser humano. La teleología, una ley interna de la naturaleza que dirige la naturaleza (fines), no ha dispuesto para ella esa posibilidad.
Este spot pone en cuestión su explicación. El cocinero concluye diciendo: "Pasta de pescado o pescado de pasta, a quién le importa cuando está tan bueno." Pues a los filósofos como poco, y creo que a los niños también cuando les dan "gato" por "liebre"😁
El matemático del anuncio, en su mundo abstracto, afirma que si tiene forma de pasta, será pasta, casi como si fuera Platón. Pero el "hombretón" musculado, haciendo referencia a su materia afirma que si es nutritivo como el pescado, será pescado. Materia y forma tienen potencialidades inicialmente incompatibles. Aristóteles desquiciado.
Por cierto, los geniales Berto y Buenafuente, en su programa de radio "Nadie sabe nada", sin que fuera su intención también han intentado cuestionar a Aristóteles. En una de sus entregas el primero se queja del sinsentido insustancial de una verdura como el pepino. Y suelta una frase lapidaria: "El pepino es un melón que no ha salido bien". De ahí la muy acertada expresión castellana "melón apepinado". Lo siento Berto, pero no resiste el análisis filosófico aristotélico. La forma sí podría ser la de un pepino pero su materia, su potencialidad, no tiene la posibilidad teleológica de llegar a realizarse como melón. ¿O quizá si mediante manipulación genética?
Como si supieran lo que están haciendo, en un nuevo episodio vuelven a la carga, esta vez a partir de la definición arbitraria que correos da de un paquete: tiene que pesar dos kilos. Pero os dejo que lo busquéis si queréis pasar un buen rato.
Vuelvo al spot. Sería una ingenuidad pretender que estas categorías aristotélicas siguieran resistiendo para analizar la realidad, pero no es menos cierto que al margen de la ciencia siguen formando parte del sentido común de la gente como podemos ver en el dilema metafísico que formula este anuncio.
La razón fundamental de que no sirvan es que el desarrollo filosófico y por supuesto científico/tecnológico ha revelado la complejidad tanto del conocimiento (epistemología) como de la realidad (metafísica). En tiempos del estagirita no era posible siquiera imaginar que un pez pudiera llegar a tener forma de pasta. Hoy en día procesos físico-químicos dominados por el ser humano han sido capaces de transformar una sustancia que es pescado en otra que podría pasar por pasta.
No obstante el inició el camino de la ciencia con muchos de estos conceptos. Se puede rastrear en términos que aún siguen siendo comunes en diferentes ciencias: materia (física), la mencionada sustancia (química), género, especie (biología)... Y eso nos permite seguirnos interrogando.
Hasta dónde llegó la perspicacia de Aristóteles se puede comprobar dando a probar a un niño esta "Pasta del mar". Imagino su sorpresa cuando esperando potencialmente sabor a spagueti, en acto su materia le proporcione sabor a pescado.😫
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