¿QUIÉN SOY YO?

 




   Lo que me llevó a publicar este blog sobre publicidad audiovisual y filosofía fue que la primera refleja la actualidad y la segunda sirve para pensarla. Pero no toda esta publicidad tiene el mismo alcance. Afortunadamente este "corto" (no es una película, porque tiene menos duración, pero tampoco es un spot, pues dura más de ocho minutos) plantea cuestiones de largo alcance filosófico, más allá de lo que los creadores probablemente pretendían además de cumplir sus objetivos comerciales, que por supuesto también trataremos. Eso sí, aviso, hay cierta profundidad y os exigirá un poco de paciencia. 😁
Al menos plantea preguntas fundamentales que afectan a tres ámbitos: ciencia (ficción), ética y antropología/psicología. 
Los aficionados a la ciencia ficción encontrarán un parecido de familia con muchas pelis y los aficionados al cine, al menos, cierta intriga psicológica cuando se parte de una situación inicial desconcertante. 
Dos personas han sido convocadas a una reunión que no se sabe muy bien quién ha organizado. Enseguida, sorprendentemente, se dan cuenta de que a pesar de que su apariencia física es relativamente diferente, son la misma persona: Juan. Uno de ellos va al cuarto de baño y se ve reflejado, otra vez, en el espejo. Sí, otra vez. Si habéis sido suficientemente observadores os habréis percatado de que nada más iniciarse el spot, junto con el título, el primer Juan aparece antes que nada en el espejo. Es una metáfora muy utilizada para cuestionar qué es real y qué no; en este caso, ¿Quién soy yo? o sea ¿Quién es Juan?. 
No es sólo una pregunta psicológica por su identidad; va más allá, puesto que al bajar por la escalera se topa con otro yo (otro Juan), y ahora no está en un espejo sino bajo el marco de una puerta.  No es un sueño, o no sólo es un sueño, es real. A continuación el título: "Mis otros yo".
A partir de aquí se desvanece el escenario de la ciencia ficción para adquirir una dimensión sobre todo ética: ¿En qué te hubieras convertido si hubieras tomado otras decisiones?
Son innumerables las veces que he planteado este dilema ético a mis alumnos y espero planteárselo muchas más😁. Cuando acaba la enseñanza obligatoria tienen que afrontar una serie de decisiones que seguramente marcarán el resto de su vida: salir al mercado laboral o seguir estudiando; y en caso de estudiar, qué dirección tomar. Por supuesto siempre se puede retomar un camino abandonado, pero ya no será lo mismo. Me siento reconocido en dicho dilema porque la sufrí en mis propias carnes tal cual, aunque os voy a ahorrar los detalles para no aburriros. 
El caso es que el que un Juan tomó la decisión de dedicarse al surf y el otro ser veterinario. Primer interrogante: ¿De verdad lo que nos define es nuestra profesión?
Abro un paréntesis. La física más vanguardista y más especulativa incluye una teoría de "multiversos". Explicado de forma muy sencilla significa que continuamente el universo se está desdoblando en infinitos universos. Aplicado a estos yos, significa, como mínimo, que cada decisión que tomamos crea un universo diferente y un yo diferente. Por tanto habría infinitos yos por ahí en infinitos mundos...😵 Os preguntaréis: ¿Pero yo sólo hay uno, ese dentro del cuál me encuentro. Cierto, te respondería un físico que defienda este planteamiento. Pero en otro universo estará un alter ego (otro yo). El problema es que entre tales universos no hay comunicación, es decir, no podemos comprobar que existan, saltar de uno a otro, lo cual es un problema grave en ciencia, y que hace que a los defensores de esta teoría se les tome poco en serio. Sin embargo matemáticamente es posible, que lo sepáis.  Pues bien, lo atractivo aquí es que tal contacto entre universos diferentes se habría producido.
Volvemos al spot. Una vez asimilada la sorpresa, les habíamos dejado intercambiando impresiones sobre cómo les iba en sus  vidas. Uno de ellos afirma que en determinado momento de nuestras vidas dudamos mucho, porque quieres ser distinto, diferente. Reconocen que ambos han sido felices, aunque uno de ellos, el veterinario, reconoce que le hubiera gustado tener su propia clínica. Y lanza una frase lapidaria: El futuro es el resultado de las decisiones que tomamos en el pasado; poca duda puede haber de ello. A continuación una pausa dramática, acorde al descubrimiento realizado, una de esas ideas fundamentales, profundamente filosóficas, que tenemos delante de nuestras narices, pero que no siempre vemos. A menudo la filosofía no es más que poner de relevancia lo obvio, que sin embargo se revela como sorprendente.
Seguimos. Puesto que son el mismo Juan, comparten el recuerdo de otra de las posibilidades no realizadas, otra decisión no tomada: Ir a Londres por Bea. Otro yo, otro Juan. Expone sus deseos realizados y también los que no, como los otros Juan. Este tampoco llegó a veterinario, y en Londres poco surf, pero no se arrepiente porque se casó con Bea y tiene una hija, Constanza (constancia). ¿Llamada de atención sobre la importancia de perseguir los sueños, no cejar, "cueste lo que cueste" (económicamente claro; luego lo entenderéis). 
El que se fue a Londres, el que se hizo veterinario, el que se dedicó al surf... ¿Y quién es el que falta? Toma la palabra y les dice que ellos tomaron decisiones importantes, pero que a él una persona de confianza le ayudó a tomar buenas decisiones, alguien recomendado por Bea, que creyó en sus sueños y proyecto de vida, y por tanto, el único que se atrevió a abrir la clínica veterinaria. Los demás le miran con cierta envidia. Y este Juan incluso les dice que nunca es tarde para intentarlo. Educadamente afirma: Me alegro mucho de haberos conocido aunque en realidad está diciendo, yo soy el que tomó la mejor decisión. Se acerca a la ventana y fuera están su mujer Bea, su hija Constanza y su perro, como se llame, que no le han puesto nombre. ¡Pobre! 😂 ¡Ah! Y por supuesto, reconocible por su elegante traje, está el bancario de Mediolanum, uno más de la familia. El lema de este banco es: "La banca personal, muy personal. Siempre a tu lado estés dónde estés". 
Solamente hay ya un Juan; tomó la decisión acertada. ¿Ha sido un sueño? ¿Un proceso de reflexión, de balance vital? Prefiero seguir con la ciencia ficción y con un universo dónde la libertad es una ley física. Se ha cortado finalmente la conexión entre multiversos y fruto de la decisión tomada libremente se ha realizado el que Juan ha querido. 
En definitiva, un spot tremendamente amable, optimista, conservador, con el dinero como valor fundamental. En mi opinión demasiado invasivo. ¿Es el dinero el que marca profundamente nuestro proyecto de vida, la realización de nuestros sueños? ¿Nuestro "consejero espiritual" ha de ser un bancario? Expresado de forma muy coloquial, "ahí lo dejo". 


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